Kursaal
Kursaal.
Entre el casco antiguo, y la playa de la Zurriola,
(playa de gros, para todo el mundo),
está, para mí, el más bello puente de la ciudad.
Sus linternas o faros, (de Victor Arana) y las farolas de hierro, lo convierten en algo irrepetible.
En aquellos tiempos,
los donostiarras lo llamaron el seis de bastos, por los seis ‘faros’ que lo jalonan;
Modernista, con una arquitectura propia de cuando se hizo, su estructura ha debido ser reforzada por el impacto del mar.
Al otro lado del puente, en primera línea del mar,
lo mejor -para mí- de la arquitectura donostiarra del siglo XX;
Aquí se encontraba antiguamente un casino de bellas formas,
similar al actual ayuntamiento –también casino en otros tiempos-
de estilo neoclásico.
Fue derribado y la ciudad tardó muchos años en reemplazarlo.
Por fin, un proyecto de Rafael Moneo, Las Rocas Varadas,
logró que se llevara a cabo la construcción del moderno edificio actual;
Me gusta,
y me hace sentir cierta esperanza;
tal vez algún día superemos el ñoñostiarrismo anclado en la "belle epoque",
y tomemos la senda de la modernidad.
Esperanzas para el nuevo siglo.
Si Baroja (Don Pío) levantase la cabeza…
lo mejor -para mí- de la arquitectura donostiarra del siglo XX;
El Kursaal.
Aquí se encontraba antiguamente un casino de bellas formas,
similar al actual ayuntamiento –también casino en otros tiempos-
de estilo neoclásico.
Fue derribado y la ciudad tardó muchos años en reemplazarlo.
Por fin, un proyecto de Rafael Moneo, Las Rocas Varadas,
logró que se llevara a cabo la construcción del moderno edificio actual;
Espacio abierto al visitante
y al mar...
Reflejos del mar
y de la vida de la ciudad
Dos cubos de vidrio que en su interior guardan otros dos de madera,
Armoniosos, rompedores, atrevidos y a la vez integradores,
simulando los grandes bloques de granito del espigón que protege la ciudad de los embates del cantábrico.
Por una vez, y a pesar de muchos,
la ciudad se atrevió a construir algo propio de su época,
dejando de imitar los caducos edificios de arenisca de la Belle Epoque.
y me hace sentir cierta esperanza;
tal vez algún día superemos el ñoñostiarrismo anclado en la "belle epoque",
y tomemos la senda de la modernidad.
Esperanzas para el nuevo siglo.
Si Baroja (Don Pío) levantase la cabeza…
Comentarios
Publicar un comentario
Anímate a dejar aquí tus comentarios.