Rias Baixas 28/9

Rias Baixas, y van tres.

Día 27.

El jueves pasado hicimos una excursión hacia O Grove. Por la mañana fuimos a la isla de A Toxa (La Toja) y estuvimos paseando por ella. En realidad, y al marjen de todo el montaje hotelero para los visitantes y el campo de Golf, se reduce a un pequeño bosque y varias urbanizaciones de lujo que no tienen mucho atractivo. Lo más bonito de la isla son las vistas, desde allá, a la Ría de Arosa. Hice una pequeña acuarela, en papel Khadi formato A5, para probar el papel que había comprado la víspera en Pontevedra.

Luego fuimos a comer a O Grove, y por la tarde recorrimos varias playas desiertas en el límite occidental de la península que forma O Grove. .en una de ellas, llamada de Area Grande, hice otra acuarela, esta vez en papel Italia de Cartiera Magnani, tamaño 23 x 31.

Al atardecer, nos dimos un paseo por el puerto de Combarro, antes de cenar algo y volver al hotel.Allá fotografié unos pesqueros para poderlos dibujar más adelante. Os pongo uno.

Día 28.
El viernes fuimos a conocer la otra orilla de nuestra ría. Por la mañana estuvimos en Marín. Dimos un paseo por el paseo que hay entre la academia naval y el puerto, hasta la orilla del agua. Allá una draga estaba sacando barro del fondo, y le hice una acuarela que no pongo porque no lo merece. Luego estuvimos mirando una especie de parada militar en el patio de la academia de la armada (supongo) con todos los marineros de blanco, formados, escuchaban arengas y cantaban como los de fuenteovejuna (todos a una). Puede que fuese una jura de bandera, o algo similar, porque tenían público civil en un estrado.
De allá nos dirigimos a Bueu, un pueblo bonito, donde comimos un arroz con marisco de los que quitan el hipo, amén de unas zamburiñas para hacer tiempo mientras el arroz se cocinaba. El famoso pecado original debió de ser algo similar a comerse aquel arroz. Si como dijo un rey francés, "París bien vale una misa", yo pensé que por aquel arroz se puede ir al infierno...

Después fuimos hasta un espacio protegido, en el cabo del extremo occidental cuyo nombre no recuerdo, y bajamos a una playa llamada Praia do Mourisca, o algo así; un paraje idílico, con unos preciosos paseos por senderos que llevan a pequeñas calas en alguna de las cuales había gente practicando el nudismo.

Al atardecer, de vuelta para elhotel, volvimos a parar en Combarro, esta vez entramos en la zona monumental, que está muy bien cuidada y se vé que están rehabilitando las casas conservando la tipología. Hay unas callejas que bajan hasta la arena de la ría, y un sin fin de terrazas en una de las cuales cenamos, ya de noche, con bastante frío. Hice algún dibujo a pluma en el casco antiguo, en un cuaderno nuevo para sketch que me compré en pontevedra de la marca Hahnemühle, de papel de 140 grs que va fantástico para dibujar con la pluma y diluir un poco la tinta con el pincel de agua.

Y aquí se acaba la crónica, porque el sábado vamos a tierras palentinas.