La bahía Donostiarra
La bahía de la Concha. Semana Santa
Ayer, por la tarde, tarde hacía un tiempo veraniego. Y, al salir de trabajar, fuí a casa, me cambié de ropa y bajamos al barrio del Antiguo a dar una vuelta.
Tras hacer alguna compra de urgencia, hacia las siete y media de la tarde fuimos a la playa de Ondarreta. Estaba, la playa, llena de gente aún a esa hora, aprovechando los últimos rayos de sol, que en primavera son aquí muy caros y escasos. Muchas mamás con sus niños, porque estamos en semana santa y tienen fiesta en el colegio, cuadrillas de adolescentes, y turistas que han empezado a llegar estos días.
El atardecer era digno de ser disfrutado.
Temperatura agradable,
ligera brisa marina,
y los primeros 'aromas de Nivea'.
Nos sentamos en el borde del paseo, junto a la arena, y dibujé la isla de Santa Clara en mi libreta; después le di algo de color con los lápices de acuarela y el 'pincel mágico'.
Unas niñas se sentaron al lado, mirando como pintaba, y asombrándose con la magia del color; me preguntaban dónde había comprado los lápices, el pincel, ... todo parecía interesarles; hasta la forma de utilizar los lápices.
Es genial la curiosidad y la capacidad de asombrarse por cualquier cosa que tienen los niños.
Estuvimos como una hora, viendo pasar la gente por el paseo, dibujando, y disfrutando, sobre todo, de la temperatura y la brisa del atardecer.
Estuvimos allá como una hora, y tomé un par de apuntes.
Hoy, a mediodía, en el descanso para comer, me he acercado a la bahía por el lado del centro de la ciudad.
La playa estaba llena de gente, y hacía cierto calor.
Me he sentado en un banco, a la sombra de un tamarindo, mirando a la isla de Santa Clara; y me han entrado ganas de pintar; así que he vuelto a sacar la libreta, y los lápices, y a dibujar.
He pintado un tramo de barandilla con una farola, y de fondo la isla y el monte Igeldo.
Para ser un apunte breve, ha quedado aparente, bastante luminoso, así que, como tenía aún otros veinte minutos, he seguido pintando; esta vez una vista del Pico del Loro con el palacio Miramar, y la silueta de las torres del seminario al fondo; más o menos regular.
Ayer, por la tarde, tarde hacía un tiempo veraniego. Y, al salir de trabajar, fuí a casa, me cambié de ropa y bajamos al barrio del Antiguo a dar una vuelta.Tras hacer alguna compra de urgencia, hacia las siete y media de la tarde fuimos a la playa de Ondarreta. Estaba, la playa, llena de gente aún a esa hora, aprovechando los últimos rayos de sol, que en primavera son aquí muy caros y escasos. Muchas mamás con sus niños, porque estamos en semana santa y tienen fiesta en el colegio, cuadrillas de adolescentes, y turistas que han empezado a llegar estos días.
El atardecer era digno de ser disfrutado.
Temperatura agradable,
ligera brisa marina,
y los primeros 'aromas de Nivea'.
Nos sentamos en el borde del paseo, junto a la arena, y dibujé la isla de Santa Clara en mi libreta; después le di algo de color con los lápices de acuarela y el 'pincel mágico'.
Unas niñas se sentaron al lado, mirando como pintaba, y asombrándose con la magia del color; me preguntaban dónde había comprado los lápices, el pincel, ... todo parecía interesarles; hasta la forma de utilizar los lápices.
Es genial la curiosidad y la capacidad de asombrarse por cualquier cosa que tienen los niños.
Estuvimos como una hora, viendo pasar la gente por el paseo, dibujando, y disfrutando, sobre todo, de la temperatura y la brisa del atardecer.
Estuvimos allá como una hora, y tomé un par de apuntes.
Hoy, a mediodía, en el descanso para comer, me he acercado a la bahía por el lado del centro de la ciudad.La playa estaba llena de gente, y hacía cierto calor.
Me he sentado en un banco, a la sombra de un tamarindo, mirando a la isla de Santa Clara; y me han entrado ganas de pintar; así que he vuelto a sacar la libreta, y los lápices, y a dibujar.
He pintado un tramo de barandilla con una farola, y de fondo la isla y el monte Igeldo.
Para ser un apunte breve, ha quedado aparente, bastante luminoso, así que, como tenía aún otros veinte minutos, he seguido pintando; esta vez una vista del Pico del Loro con el palacio Miramar, y la silueta de las torres del seminario al fondo; más o menos regular.
Comentarios
Publicar un comentario
Anímate a dejar aquí tus comentarios.