Cosiendo las redes
Se enganchan en los fondos, se rompen con el pescado y la manipulación, y requieren de un trabajo continuo y meticuloso para mantenerlas en buen estado.
Es un trabajo que, habitualmente, han venido desarrollando las mujeres de los pescadores, al menos por estos pagos.
Es habitual y típico, ahora menos, encontrarse en nuestros puertos con un grupo de mujeres sentadas entre una montaña de redes, charlando en camaradería, mientras las repasan, reparan, y cosen con maestría.
Hace aproximadamente un mes, paseando por el puerto de Combarro, en Pontevedra, me encontré con un grupo de rederas, en animada conversación, hablando de los malos tiempos que corren, mientras reparaban una red, sentadas en el suelo, en el muelle de pescadores, rodeadas por una inmensa montaña de redes.
Era el atardecer de un fresco día de finales de septiembre, ventoso y húmedo después de una tormenta, y abrigadas con gruesos jerseys, trabajaban a destajo, sin detener la faena en ningún momento.
Me detuve un poco a observarlas, -Su trabajo me parece difícil y meticuloso- y pensé que con aquella luz del atardecer formaban una bella estampa, colorida, y armoniosa.
Les hice una fotografía que luego, con más esfuerzo que fortuna, he tratado de pintar a la acuarela. aquí os pongo la foto original, y la acuarela; es un tipo de composición que nunca había intentado pintar, y eso se nota en el resultado.
Pero creo que, a pesar de todo, ha valido la pena; tengo que practicar más este tipo de escena, y prometo hacerlo.
Hola Mikel. Si te digo la verdad, como este ordenador mío va como va, la primera imagen que me salió fue la de la fotografía y pense, !vaya! menuda obra, aún así, contemplando la dificultad que tiene, te metistes en un fregado del cuál salistes bastante airoso y desde luego para mi es la manera de verdaderamente progresar. Sigue así y un abrazo
ResponderEliminarGracias, Juan. En efecto, me metí en un fregado del que no sabía cómo salir. Sobre todo con las redes; ya sabes qué fácil es engancharse con ellas y tropezar...
ResponderEliminarPero no hay otra forma, que liarse la manta a la cabeza.
Al menos, se puede enseñar, que no es poco.